Intento de relajación [libre]

**Remus Lupin** Mar Mayo 05, 2009 6:47 am

Remus llevaba un libro en la mano. Era temprano y el día estaba lo suficientemente nublado como para transitar sin el incordio del sol, que terminaba molestándole cuando se sentía enfermo. Los alumnos de Hogwarts recien estaban levantándose, por lo que había poca gente a su alrededor. A sus sentidos llegaba el aroma del pasto mojado mezclado con algo que olía a menta y frutas, lo que se le hacía sumamente agradable. No tenía hambre pues llevaba una gran tableta de chocolate, que trozaba a ratos. La noche anterior no había sido del todo buena; practicamente no había dormido y sus lamentos entre sueños resultaron desesperantes, por lo que decidió no despertar a sus amigos para que pudieran descansar. Era suficiente que tuvieran que aguantarlo toda la noche para hacerlos soportar su compañia en el día.

Así que Remus estaba dispuesto a tomar aire. Y que mejor que un libro muggle - para salir de la rutina - y la siempre viva compañia de la naturaleza. Luego de pasar la huerta de las calabazas y el Lago Negro, el joven de melena castaña siguió el sendero hasta llegar a un lugar lo suficientemente tranquilo para el. Se dejó caer en el suelo apoyándose en un árbol, ojeando apenas pudo el libro que tenía entre las manos. Casí al instante se sintió más reconfortado, no creía que los centauros pudieran abarcarlo estando ahí o algún otro animal peligroso, solo quería disfrutar un poco más de su lectura y la brisa matutina que mecía su cabello y las hojas de los árboles.

**Emma Lovecraft** Mar Mayo 05, 2009 7:33 am

Según Emma, ella era la única que conocía ese lugar. Era la única que sabia como llegar al claro y ese sendero tan lindo que había en el bosque prohibido, aun recordaba como lo había conocido, cuando haciéndose la valiente contra una apuesta de un par de Slytherin, había ingresado al bosque, rápidamente había sentido miedo, pero claro no lo diría, además a los pocos minutos había encontrado ese bosque y por una extraña razón, se había sentido tranquila y segura en ese lugar, como si nada ni nadie pudiera hacerle daño estando ahí.

Por eso ahora caminaba en esa dirección, buscando un buen lugar en el cual estar sola, y leer un poco del libro muggle que aun no había terminando en el verano. Lo había comprado, pero tenía que reconocer que la lectura no era su mejor don, por lo que siempre dejaba el libro de lado para hacer otras cosas. Pero ese día no tenia nada más que hacer y esperaba que pudiera empezar siquiera el libro una vez llegada al bosque del claro.

Pero la chica rubia se detuvo en la empezada del sendero al ver a Remus en ese lugar, no sabia como podían ser a veces tan parecidos y en otras ocasiones sumamente diferentes. Al parecer a ambos se le había ocurrido la misma idea, porque lo diviso con el libro entre las manos y una gran tableta de chocolate, ella observo sus manos. Un libro en la derecha, dos ranas de chocolate en la izquierda.
Se hubiera podido ir, y buscar otro lugar para estar sola, eso hubiera podido hacer, si no fuera Remus el que estaba ahí, así que solo suspiro y siguió caminando esperando no incomodarlo.

-Es un milagro verte sin tu sequito Remus.

Le dijo por todo saludo la muchacha mientras se sentaba a su lado apoyando la espalda también en el árbol caído, mientras sentía como una pequeña brisa mecía sus cabellos, mientras Emma esbozaba una pequeña sonrisa.

**Remus Lupin** Miér Mayo 06, 2009 12:25 am

El agudo oido de Remus le avisó que no estaba solo en ese lugar, por lo que pronto desvió la mirada del libro y miró a su alrededor divisando una cabellera rubia entre el color verde. Se sorprendió bastante al ver a Emma caminando hacía él, pero supo disimularlo. Notó que llevaba consigo un libro de cubierta reluciente y unas cuantas ranas de chocolate, lo que le hizo sonreir con la mirada. No sabía como podían haber pensado lo mismo, aunque las razones que quizás los hubieran traido allí fueran totalmente distintas. Se encogió de hombros y frunció un poco el ceño ante su particular saludo, que empezaba a sonar similar a la forma en que lo hacía Canuto. Y pensar que esos dos se llevan tan mal...

- También me alegro de verte Emma - contestó ante su saludo, alzando la mirada para verle un segundo, justo cuando ella se situaba a su lado. Hubiera replicado, pero seguir el tema de "Potter, Black y los imbéciles que tienes como amigos..." arruinarían el ambiente de tranquilidad. Soltó un suspiró de cansancio y se adelantó a interrumpir el silencio que se había formado - ¿Escapando de la sala común? No sabía que frecuentaras este lugar, y que a tí te gustara.... a parte del chocolate - Remus alzó un poco las cejas. Se fijó en las páginas gastadas de su libro, además del aroma peculiar que desprendían el cual evocaba muchos años transcurridos. Se sintió en su salsa; después de la Casa de los gritos y la biblioteca este empezaba a ser su lugar favorito. Y Emma no era una mala compañia, aunque empezaba a despertar su curiosidad - ¿Qué leías? - se inclinó hacía ella, siendo cuidadoso de no romper la distancia personal que había entre ambos. La cubierta nueva del libro de Emma le llamaba mucho la atención.

**Emma Lovecraft** Miér Mayo 06, 2009 9:42 pm

Emma no pudo evitar suavemente ante el saludo de Emma, no sabia si estaba siendo tan educado y amable como siempre o simplemente se alegraba de verla. Dudaba que fuera lo ultimo, aunque con el muchacho Gryffindor nunca se habían llevado mal, es mas, siempre habían mantenido una muy buena relación, siempre y cuando Remus no estuviera rodeado de todos los idiotas de sus amigos y se le contagiara esa actitud estúpida que tenían cada uno de ellos, aparte de eso, era un buen muchacho. A Emma le agradaba mucho conversar con el, lo encontraba maduro y siempre le recomendaba buenos libros, que claramente la rubia no leía, pero que siempre ponía en su lista de pendientes. Además siempre se ha puesto como meta averiguar porque Remus tiene esa mirada tan triste, aunque nunca se ha atrevido a preguntarle.

-La sala común era un caos. Alguien puso una bomba fétida y bueno ya sabes como se pone Lily y Susan…así que mejor me escape.

Emma había puesto énfasis en la palabra “Alguien” porque sospechaba fervientemente quienes habían sido los responsables de esa “broma” Por eso había escapado hasta ahí, hasta ese lugar tranquilo y lejos de olores desagradables, gritos y discusiones que la iban a sacar de la concentración que buscaba para empezar su libro. Observo como el muchacho se acercaba un poco hasta ella, observando la tapa casi nueva de su libro. Emma se encogió de hombros y observo el propio libro que Remus tenia entre sus manos, tenia ese olor a libro viejo que tanto le gustaba, con una sonrisa, le mostro su libro mientras leía el nombre en la portada.

-“La canción de Mirlo” de Jennifer Lauck. Me dijeron que trata de cómo una niña de cinco años lidia con la muerte de su madre y pensé que bueno…se parecía en algo a mi.

Emma se encogió de hombros pensando que la verdad en algo se parecían, ella había perdido a su padre cuando tan solo tenia un año de edad y seguramente el libro le parecía bueno, aunque no había ni siquiera empezado a leer. La muchacha pego sus ojos en la portado por algunos segundos, observando la fotografía de una niña que salía ahí, antes de observar el libro de Remus.

-¿Y tu? ¿Qué lees?

**Remus Lupin** Jue Mayo 07, 2009 6:33 am

Escuchó con cierta gracia las palabras de Emma acerca de lo que él había preguntado. No había sido tan directa como hubiese deseado, pero su tono de voz delataba que sospechaba quien había sido el causante de poner la bomba fétida. Definitivamente, su amiga no dejaba pasar ningún detalle - La verdad es que tuve mucha suerte de no encontrarme en la sala común cuando sucedió el incidente, aunque en la noche tuve que aguantar las molestias de todos modos. El que la haya puesto....se aseguró de dejar un gran desastre - no dijo más porque no podía decir otra palabra. Remus le quitaba importancia a lo de la bomba, ya que se hacía insignificante comparada a otras travesuras de Sirius, o por lo menos de eso quería convencerse. Además ese tipo de cosas no eran de lo más grave, ya tendría de que preocuparse cuando dejaran salir a Hogsmeade y sus tres amigos se fueran directo a Zonko. Era así todos los años, formulando planes para fastidiar al alumnado, sobre todo a Snape. Y aunque a veces les seguía el juego, desaprobaba la mayoría de esas actitudes.

Luego de que Emma notó que estaba curioso - y entusiasmado - por ver el titulo de su libro, acercó el objeto para que él pudiera ver mejor la portada. Remus no era muy bueno expresando emociones, pero sus ojos brillaron tanto que terminaron por decir casí todo - ¡Vaya! Se ve bastante bueno, había escuchado el titulo con anterioridad - Por lo que podía apreciar tenía un argumento interesante, pero no alcanzó a replicar o expresar su emoción más vivamente; la comparación que había hecho Emma de ella y la niña del libro lo habia dejado helado. No sabía mucho de la familia de su amiga, porque no solía hablar mucho ni menos preguntar cosas así. Remus repuso lo mejor que pudo su rostro preocupado y se apresuró a contestar la pregunta que le había hecho mostrando la portada de su libro: estaba viejo y algo rasgado, ya que era de segunda mano y él no tenía precisamente una buena situación como para darse el lujo de comprarlos nuevos - ...Estoy leyendo "Fausto" de Johann Wolfgang Von Goethe. Trata de una apuesta entre Dios y el Diablo, ya que este último se vanagloria de poder conseguir el alma de Fausto, un individuo dedicado a la ciencia - explicó Remus, clavando su mirada de color miel en los ojos azules de Emma - Su lectura es un tanto complicada ya que pierde coherencia en algunas partes, pero por lo demás me parece un excelente libro, ya que trata el tema del placer y todo lo que hacemos para procurárnoslo con profundidad - sello los labios con algo de fuerza y desvió la mirada. Tenía curiosidad por lo que ella había dicho anteriormente, pero no sabía si era prudente preguntarle cosas como aquella. La confianza entre ellos era algo que existía, pero aún no se solidificaba del todo. Aún así preguntar le parecía más correcto - Sobre lo que dijiste de la niña del libro... ¿A que te referías con que te pareces a ella? - preguntó luego de un rato de silencio algo incomodo, volviendo a mirarla directo a los ojos. No quería incomodarla pero la forma de tratar Remus, a pesar de su timidez, podía llegar a ser muy determinada y directa, sin dejar de lado la amabilidad. Y de verdad que empezaba a preocuparse por Emma.

**Emma Lovecraft** Jue Mayo 07, 2009 10:09 pm

Emma nunca terminaría de sorprenderse cuando estaba junto a Remus, siempre una pequeña sonrisa en su rostro se colocaba cuando escuchaba hablar así de apasionado, emocionado y contento sobre algo, y siempre ese algo eran los libros o en su defecto las ranas de chocolate, pasión que ambos compartían. Mas de una vez se lo había encontrado en Honeydukes y era todo un espectáculo ver comprar a ambos, siempre terminaban haciendo competencias por quien se llevaba mas barras de chocolate o varitas de regaliz. La muchacha pego sus ojos azules en Remus, mientras este le contaba de que trataba su libro, con una sonrisa y enarcando una ceja, Emma bajo la mirada hacia la portada observando las tapas desgastadas y las hojas ya roídas por el tiempo, ni comparado con su libro que parecía recién salido de la tienda, aunque le gustaba mucho mas el de Remus, tenia ese olor tan característico que la muchacha adoraba. Tenia que reconocer que a veces iba a la biblioteca siempre a esconder su nariz entre las páginas de los libros mas antiguos aspirando su aroma, era algo vergonzoso que por suerte nadie sabía.

La muchacha sonrío un poco mientras dejaba el libro a un costado, suponía que ahora no leería, estaba con Remus eso seria un poco descortés, ponerse a leer con el la lado, aunque era mucho, mucho mas interesante conversar con el muchacho que ponerse a leer, de eso no había duda. Estaba con los ojos la frente mientras observaba algunos arboles que se mecían con la suave brisa de viento que se dejaba sentir en esa parte del bosque cuando escucho la pregunta de Remus. Le sorprendió de un modo u otro, siempre lo había visto como un chico demasiado tímido para hacer ese tipo de preguntas tan intimas y también lo sorprendió el hecho de que el no supiera que su padre había muerto. Emma suspiro un poco antes de acomodarse el cabello detrás de su oreja, dejando ver el mechón rosa que cada día estaba un poco mas brillante, solo se despertaba por las mañanas y lo encontraba algo mas brillante, quizás sus genes de semiveela tenían algo que ver, aunque olvido rápidamente ese pensamiento, nadie en la escuela sabia que su abuela era una veela, y tampoco quería que nadie lo supiera, por dios, eso seria el colmo.
-Mi padre murió cuando yo tenía un año. Eso quiere decir que vivo sin padre hace 15 años…es raro cuando no recuerdas su cara y en tus pensamientos empieza a ser cada vez más borrosa su sonrisa, pero supongo que el tiempo cura y borra todo ¿no?
Pregunto con una media sonrisa algo melancólica pero igual de feliz como se encontraba antes. Ese tema ya había dejado de preocuparla o hacerle mal hace mucho tiempo, ya estaba acostumbrada, no tenia porque ponerse triste, aunque sonara algo cruel y frio, no extrañaría nada de el, porque no recordaba tener algo de el, solo le quedaban las fotografías y las historias que le contaba su madre, eso era suficiente para ella.

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