Un rato en la cocina

**Lily Evans** Lun Abr 27, 2009 1:40 am

Ya había terminado todo lo que tenía que hacer, las tareas ya estaban más que terminadas, siempre se hacía un buen tiempo para terminar todo, ahora era SU momento, tranquilidad era muy poco en la sala común, ya que las clases habían terminado y todos se encontraban allí jugando a el ajedrez mágico y gritando por alguna razón, además, y por más que no quisiera admitirlo, no deseaba encontrarse con Potter que la sacaba mayormente de quicio, lo mismo pasaba con sus amigos que siempre lograban que Evans se pusiera de muy mal humor. Dejo escapar un suspiro mientras bajaba las escaleras.

Llevaba en la mano derecha un ejemplar de “Cuidado de criaturas mágicas” que había sacado de la biblioteca, aquel lugar era un santuario para ella, pero lo más probable es que allí también estaría atestado por alumnos, que por más que un cartel dijera que se hiciera silencio, solo el 10 % le hacía caso. Negó con la cabeza, el trabajo de prefecta era muy movida, pero le gustaba, después de todo a veces sentía que tenía cierto poder con algunos.

Luego le escribiría una carta a Snape, que tal parecía que aún seguía enojado con ella, aunque debería ser al revez, no comprendía por que Black y Potter lo habían tomado de punto y siempre que lo veían alguna maldad le realizaban. No podía estar toda su vida tratando de ayudarlo, tenía que algún día enfrentarse a ellos. Cerró los ojos mientras escuchaba sus pasos en los largos pasillos de las mazmorras. Aquellas que la guiaban a la cocina, sabía que los elfos eran muy buenos y que la llenarían de comida y que además la dejarían en paz. Ese si que era un buen santuario, además de calientito. No pudo evitar dibujar en su rostro una sonrisa y continúo su camino.

Por fin llego a aquel lugar, el calor que provenía de allí era sumamente acogedor, quería que sus padres y su hermana vieran todo aquel maravilloso mundo que a ella le había tocado vivir, era realmente increíble. Todavía se acordaba de la felicidad que la había invadido cuando la carta llego a sus manos. Saludo a un par de elfos que la saludaban alegremente, tal parecía que les gustaba agasajar a los invitados y ella se sentía muy contenta. Se sentó en una banqueta que uno de los elfos le proporcionaba y tomo un brownie de chocolate que una elfa le servía en una bandeja.
-Gracias
Murmuró toda colorada, no estaba tan acostumbrada a esa clase de servicios. Abrió el libro y con su brownie en su mano izquierda, comenzó a leer, concentrada y feliz por encontrarse en aquel lugar y más aún de pertenecer a Hogwarts.

**James Potter** Jue Abr 30, 2009 8:48 pm

Caminaba por los pasillos de la escuela pensando alguna broma pesada para hacerle a nuestro querido amigo Quijicus, hacia varios días que lo habíamos dejado en paz y ninguno de los chicos deseábamos que eso se le tomara como una costumbre, o peor aun que pensara que nos habíamos olvidado de él. Guarde mis manos en los bolsillos de la túnica que llevaba sobre el uniforme de la escuela y camine sin prestar atención con quien me cruzaba o no por el camino. No podía desconcentrarme en ningún momento, la broma que tenia que pensar debía ser perfecta y sobre todo sin dejar ninguna pista, a pesar que todos sabían muy bien quienes eran los responsables cuando algo le sucedía a él., no había que dejar las pruebas a la vista.
Exhale un gran suspiro y comencé a bajar las escaleras, en aquel momento debía prestar atención, nunca avisaban cuando cambiarían de rumbo y si no miraba, podía terminar en cualquier lado, y no estaba eso en mis planes, por lo menos en aquel momento.

Saque una de mis manos de la túnica y la pase por mis cabellos negros, despeinándolos un poco, algunos pelos rebeldes iban en contra de los otros, haciendo sobre mi cabeza un gran lío, algo que no me importaba, después de todo me quedaba bien y no era necesario en aquel lugar verse bien para caerle simpáticos a las personas, aunque debía reconocer que tenía mis amigos como así también a mis queridos enemigos, la mayoría de ellos, de la casa de Slytherin, era una rivalidad eterna entre esas casas y no era yo quien cambiaría aquello. Me encogí de hombros, restándole importancia a aquel pensamiento y acomode mis lentes redondos como correspondía antes de guardar nuevamente mi mano en la túnica.

Sin darme cuenta llegue hasta la cocina de la escuela, en aquel lugar, los elfos eran muy simpáticos, además que sabían atender muy bien a cada uno de los alumnos que iban, siempre nos sorprendían con comidas deliciosas que eran imposible no probarlas, aunque uno no tuviera el apetito despierto. Recordé en aquel momento que Sirius me había pedido que le llevara un vaso de leche, aun no comprendía porque no bajaba él mismo a buscarlo, pero ya que me encontraba tan cerca de aquel cálido lugar, no podía negarlo. Saque ambas manos de la túnica y me adentre a la cocina.
-Hola.
Salude educadamente a todos los integrantes de aquel lugar, aquella cocina si que tenía a muchos elfos trabajando, pero debía felicitar a cada uno de ellos por el asombroso trabajo, pero aquel no era el momento. Me senté en una banqueta cerca de una jovencita que por lo que se notaba, se encontraba sumida en su propia lectura. Aclare mi voz sin quitarle la mirada a la joven, por alguna extraña razón me sonaba conocida pero no lograba comprender de quien se trataba.
-¿Qué lees de interesante?
Pregunte curioso a la joven, solo esperaba que ella comprendiera que mis palabras no eran para el aire, sino para ella misma.
-Lamento interrumpir, es que me ha llamado la atención una persona leyendo tan sumida en la lectura en la cocina, con aquel brownie tan tentador enfrente.
Sonreí ante mi comentario y mire a uno de los elfos de la cocina quien se reía de mis ocurrencias.

**Lily Evans** Sáb Mayo 02, 2009 5:52 pm

La pelirroja frunció lentamente el ceño, noto que una nueva presencia, se hacía presente en la cocina, no había notado quien era hasta que escucho la voz de alguien que era además de conocido, sumamente irritante. Apretó los dientes y dejo escapar un leve suspiro, tenía que comportarse lo mejor posible, lentamente bajo el libro y lo miró, allí se encontraba James Potter con sus aires de superioridad que tanto le molestaban a Evans.
-Se puede saber ¿Qué haces tu aquí? Un momento que deseo estar a solas, sin ninguna de las travesuras algo de primer año que usan y de pronto apareces tu.
Levantó rápidamente una mano, ya que no sentía deseos de pelear, no era el momento, además había notado que tanto Potter como los otros, tenían comprados a media escuela, así que era imposible ponerse en contra de ellos.
-¿Quieres el Brownie?.
Se lo tendió, a pesar de que sentía ganas de sacar la varita mágica y lanzarlo al infinito, no iba a quedar como una mala compañera, para su desgracia él pertenecía a la misma casa que ella estaba tan a gusto y feliz.

Se acomodo mejor en la silla y cerró el libro dejándolo reposar sobre sus rodillas, sabía que si James se encontraba allí le era mucho más difícil leer algo que hablar de cualquier otra cosa. De pronto y sin previo aviso, se le ocurrió la gran idea de hacer todo lo que estuviera a el alcance para que él se cansará y se fuera, empezaría con la niña aburrida. Se llevo un mechón rojo detrás de la oreja y ladeó el rostro para dar una larga charla.
-Dime ¿Cómo crees que te irá en el examen de pociones? A mi me va a ir muy mal, y eso que estoy estudiando mucho, pero es demasiado complicado. Tengo pensado decirle al profesor que me da unas clases extras ¿Quieres tu también unas?
Una sonrisa apareció en el rostro de Evans, eso quizá la ayudaría a librarse de él, o mismo se aburriría y se iría, sabía que a Potter mucho las intelectuales no le gustaban, además afirmaba que el tipo de chicas que a él le gustaba eran algo un poco mas divertidas que ella. Se sorprendió al encontrarse pensando en eso, jamás saldría con un chico como James Potter. ¡Jamás!

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